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Más allá del mito de Dolores Ibárruri

El periodista e historiador Mario Amorós ha presentado en un acto organizado por la Asociación Manuel Azaña su obra ‘¡No pasarán!. Biografía de Dolores Ibárruri, Pasionaria’

Son muchos los que conocen la figura de Dolores Ibárruri, Pasionaria, por su compromiso político ligado al Partido Comunista de España (PCE), aunque es ahora, de la mano de la nueva obra del periodista e historiador Mario Amorós, cuando se pueden conocer detalles y aspectos de su vida y trayectoria política desconocidos para la gran mayoría. Se desvelan ahora en las páginas del libro ‘¡No pasarán! Biografía de Dolores Ibárruri, Pasionaria’ , publicación que Amorós ha presentado este jueves en el Centro Cultural El Salvador en un acto organizado en Talavera por la Asociación Manuel Azaña. 

Como explicó Amorós a La Tribuna, se trata de una biografía «muy exhaustiva» de Dolores Ibárruri, figura sobre la que se había escrito por última vez hasta la fecha hace ya quince años. Para elaborar esta nueva publicación, Amorós ha buceado en todos los archivos importantes de España relacionados con ella. De hecho, es el primer historiador que ha podido ver su archivo personal, compuesto por miles de páginas organizadas en 150 cajas y que supone «una documentación imprescindible para contar la vida y la trayectoria política de Dolores Ibárruri».

Se ha documentado de igual manera en el archivo histórico del PCE, en la prensa comunista desde el año 1930 hasta 1978, se ha adentrado en una gran cantidad de información de archivos como el Histórico Nacional o los vinculados al PSOE y que ofrecen «un relato exhaustivo, detallado, como nunca antes se había hecho de la biografía de la que fue seguramente la mujer española más universal del siglo XX y también seguramente la mujer que, en términos globales en el siglo XX encarnó la militancia o el ideal comunista de manera universal».

Ibárruri es conocida «en los cinco continentes» y «apreciada por muchas personas» si bien «es una figura que ha ido quedando un poco en el olvido en España». En este sentido, trasladó su deseo por que esta biografía, que llega en el año del centenario del PCE «sirva para recuperar su figura y rescatarla un poco de un cierto olvido en el que había caído».

En esta biografía de Dolores Ibárruri, «más allá de lugares comunes, tópicos y cosas que se dicen en la disputa política», Amorós recoge su trayectoria política y personal contando, por ejemplo,  su vida en Vizcaya antes de llegar a Madrid en 1931 con gran detalle.

A través de libro se puede descubrir las circunstancias en las que estudió en la escuela hasta los 15 años antes de empezar a trabajar o lo que significó su matrimonio con Julián Ruiz. Aporta una cantidad ingente de nuevos datos que ha obtenido también tras poder consultar las memorias inéditas de su hija Amaya, fallecida hace tres años, así como las fichas biográficas que Ibárruri, su hija, su marido y su compañero sentimental durante varios años Francisco Antón escribieron para la Internacional Comunista.

En el libro, de 608 páginas, Amorós recoge también cincuenta fotografías y documentos entre los que figuran cartas de Pasionaria a Stalin, Mao Tse-Tung, Fidel Castro o Salvador Allende.

El papel de los Ibárruri en la Guerra Civil, en el exilio y la Segunda Guerra Mundial ocupan también un lugar destacado en este exhaustivo trabajo que está siendo «muy bien recibido», hasta el punto de que el libro ha lanzado su segunda edición en apenas un mes desde su publicación. Todas estas aportaciones novedosas de Amorós hacen que el libro sea atractivo incluso para todos aquellos que han leído las memorias de Pasionaria en dos volúmenes o en otras biografías anteriores.

Autor de biografías de Salvador Allende, Pablo Neruda o de Pinochet, Amorós ha centrado el foco esta vez en Ibárruri para ofrecer «una imagen positiva». Rescata para ello su figura como «una de las principales dirigentes del PCE», destacando la contribución del partido comunista a la defensa de la República durante la Guerra, así como de los comunistas en la Segunda Guerra Mundial, «la política de conciliación nacional que el PCE plantea antes que la iglesia católica y que sectores de la oposición moderada al franquismo». Sobre esto último, quiso subrayar que lo hicieron además «con una gran generosidad puesto que tenía centenares de militantes en las cárceles pero entendió que era preciso el acercamiento entre personas que habían luchado en la guerra pero que en aquel momento compartían ya el anhelo de recuperar una España democrática». 

Asimismo, a partir del archivo personal de Ibárruri, que conserva hoy en día su nieta, y del archivo histórico del PCE, Amorós aborda también los «aspectos más difíciles de la trayectoria política de Dolores». En relación a este aspecto, Amorós reconoció que en algunos momentos «fue muy dura en cuestiones internas», si bien finalmente del libro que ha escrito se desprende «una personalidad política muy importante en la España del siglo XX que volvió en el año 77 después de 38 años de exilio sin odio y sin rencor».

Destaca también el hecho de que fue la única diputada de la Segunda República elegida en el año 77, «que deseó suerte a Adolfo Suárez en la sesión constituyente de las Cortes democráticas en julio del 77». En este sentido, se puede hablar de ella como una pionera en el mundo de la política, puesto que fue «la primera mujer que encabezó un partido político en España», además de «una de las pocas diputadas que hubo en la Segunda República», junto a otras como Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken, «mujeres que tuvieron oportunidad de estudiar», a diferencia de Ibárruri, «una mujer que dejó la escuela con quince años, se puso a trabajar, después se casó con un minero, hija de una familia de trabajadores que tuvo que formarse a sí misma».

Este libro ve la luz precisamente «en un momento en el que la extrema derecha es la tercera fuerza parlamentaria en España y nos bombardea a diario con su odio, a las mujeres, odio de clase, a las personas homosexuales, a los inmigrantes pobres, a los menores no acompañados que llegan a España en circunstancias trágicas y difíciles». Por ello, «ante ese odio que han resucitado en España, el no pasarán de hoy es la defensa de la democracia, articular políticas progresistas que permitan combatir ese discurso». «Es una amenaza que está hoy ahí, y frente a eso hay que trabajar en muchos terrenos para que esa extrema derecha no llegue a influir en el Gobierno de España en el futuro», recalcó Amorós.

Artículo original Lola Morán Fdez. https://www.latribunadetoledo.es/

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