BUZÓN LLANES, Francisco

(En: “Algunas historias de los Bertrand de Asturias. Y una de los Mira Bertrand en Filipinas”. Madrid: edición de la autora, 2021.  ISBN 978-84-09-34897-8).

Por Blanca Bertrand Mira.

[La Rambla, Córdoba, 1 de junio de 1890 – Ciudad de México,  2 de julio de 1962]

Nacido en el seno de una familia de tradición militar, el padre de Francisco, José Buzón Pérez, era teniente coronel de Infantería, y su único hermano, Vicente, cinco años mayor que él, del arma de Artillería. Vicente obtuvo numerosas distinciones militares, entre ellas el Premio Daoiz 1918-1923, por haber desarrollado un método especial para la fabricación de acero en la fábrica militar de Trubia[1].
Ambos hermanos pelearon en bandos contrarios en la Guerra Civil: Francisco, en el leal a la República, y Vicente, en el bando sublevado, muriendo este último en noviembre de 1937 en Valladolid[2]. La escasa información de que se dispone hace suponer que la familia Buzón Llanes quedó definitivamente dividida por la guerra. Interrogada en 1941 Josefa Llanes Bosch, con motivo de la instrucción del expediente de su nuera Gloria Bertrand Fernández-Castrillón, manifestó “que no sabe una palabra acerca de su existencia y paradero, como asimismo de su hijo Francisco, esposo de la referida señora, a partir del Glorioso Alzamiento Nacional”. Josefa Llanes falleció al año siguiente, en febrero de 1942, sin haber tenido contacto ni con su hijo ni con su nuera, y sus nietos, hijos de Vicente y Francisco Buzón, solo tuvieron algún contacto esporádico entre sí muchos años después[3].
Francisco ingresó en la Academia Militar de Toledo a los 17 años,  el 29 de agosto de 1907, siendo alumno de Infantería durante 3 años. Perteneció, por tanto, a la misma promoción que Francisco Franco Bahamonde, Juan Yagüe Blanco y también a la misma que Emilio Esteban-Infantes Martín, que, con el tiempo, se convertiría en un destacado general franquista y en cuñado suyo por su casamiento con Concepción Bertrand Fernández-Castrillón. En 1912, Buzón ya era primer teniente de Infantería y en 1913 ingresó en la Guardia Civil. Alcanzó el grado de capitán en 1919.
Se casó con la gijonesa Gloria Bertrand Fernández-Castrillón en junio de 1914 y desde el mes de agosto estuvo destinado en  la Comandancia de Caballería del 14º Tercio, que se encargaba del casco y territorio fiscal de la capital de la monarquía, Madrid. En ese cometido estuvo hasta  octubre de 1918, en que pasó al Colegio de Guardias Jóvenes sección Infanta María Teresa, también en Madrid, donde permaneció, hasta finales de 1919. Allí se desempeñó como profesor de geometría, trigonometría y entrenamiento de aritmética para la preparación de la carrera militar de huérfanos e hijos de guardias civiles, que tal era la misión de dicho colegio[4]. Posteriormente, desde principios de marzo de 1920 hasta septiembre de 1921, estuvo destinado en la Plana Mayor del 2º Tercio de la Guardia Civil –que abarca el territorio de Cataluña-, ocupando sucesivamente los puestos de ayudante secretario y  de cajero.
Su actividad se alternaba entre servicios administrativos y desplazamientos frecuentes ya con motivo de jornadas regias, ya para sofocar altercados de orden público diversos. Con motivo de su servicio en una huelga, la de obreros, sastres y modistas en San Sebastián, en la que resultó herido, se le concedió, en 1918, la Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo.
Los permisos a Gijón no escasean en su historial. En su hoja de servicios se refiere que traducía francés y había estudiado árabe. Colaboraba, además, regularmente en la “Revista Técnica de la Guardia Civil”[5]. Sus artículos en dicha publicación se extienden a lo largo de más de una década, entre 1917 y 1929, aproximadamente, y sugieren que era un experto criminólogo, ya que versan sobre dactiloscopia, frenología, grafología y antropometría, disciplinas todas ellas utilizadas en la investigaciones criminales de la época. La hoja de servicios de Buzón se detiene en 1921, y, por ello, hay una laguna de algo más de un decenio en su carrera.
Cuando estalló la Guerra Civil, ocupaba el puesto de Jefe de la Oficina de Información y Enlace de la Dirección General de Seguridad. Francisco Buzón era “del grupo de militares de confianza de Azaña desde la época en que fue ministro de la Guerra”, explica Santos Martínez, secretario del presidente Manuel Azaña, en sus memorias[6]. Durante el llamado Bienio Negro o Bienio Conservador (noviembre de 1933 a febrero de 1936), en el que gobernó una coalición de partidos de derecha, estuvo destinado, ya como comandante de la Guardia Civil, en el gabinete telegráfico del Ministerio de la Gobernación, puesto desde el cual pudo conocer con antelación y frustrar varios atentados de elementos de la derecha contra Manuel Azaña[7].  Muy próximo a Izquierda Republicana, como militar no podía afiliarse a partido político alguno desde 1934, y tampoco era masón, al contrario que un porcentaje significativo de militares republicanos que más tarde marcharían al exilio[8].
Durante la sublevación militar del 17-18 de julio de 1936, se encontraba con toda probabilidad en Madrid y se mantuvo en su puesto de la Dirección General de Seguridad hasta que ofreció incorporarse al Ministerio de la Guerra. El 6 de noviembre, el mismo día en que el Gobierno español fue trasladado a Valencia ante el avance de las tropas franquistas, fue puesto a las órdenes del coronel Adolfo Prada, quien sería el encargado de defender Asturias.  El 20 de noviembre se le ascendió a teniente coronel, con carácter retroactivo al 19 de julio de 1936, “por su inquebrantable adhesión y lealtad al régimen”[9].
Buzón fue llamado a Valencia y allí solicitó incorporarse al frente, asignándosele un puesto en el Ejército del País Vasco. Emprendió la marcha hacia allí el 3 de enero de 1937 vía Francia. Ante la ausencia de barcos para volver a entrar en España, tiene que volver en avión oficial, y no le corresponde el turno hasta el 16 de marzo de 1937, día en que arriba a Santander y toma el camino hacia Bilbao[10]. Esta plaza, donde combatía su hijo, José Buzón Bertrand, caería finalmente en manos franquistas el 19 de junio, una gran catástrofe para el Frente del Norte republicano, puesto que era uno de los puntos neurálgicos en el que se apoyaba la defensa de Santander y Asturias, en su mayoría republicanas.
A mediados de mayo, Francisco fue enviado a mandar en la Comandancia de Valencia Exterior, pero solicitó nuevamente prestar servicio en un frente, con preferencia del norte[11].  Es destinado entonces al III Cuerpo de Ejército (Asturias), donde organizó la sección 2ª del Estado Mayor del citado cuerpo. El 17 de junio de 1937, en una orden fechada en Gijón, queda designado inspector de los puertos de León, desde Caín a Pajares. El 6 de agosto se le incorpora al cuartel general de Gijón, se le nombra después Jefe del Sector Oriental de Asturias y el 2 de septiembre se le pone al mando de la Agrupación de los Puertos.
Ante el hundimiento del frente norte republicano, recibe la orden de embarcar para la zona leal de Levante, provisto de un pasaporte en el que figura como teniente coronel, jefe de la Sección 2ª del Estado Mayor del Norte. Se embarcó en Gijón, el 20 de octubre, en el vapor “María Santiuste” hacia Burdeos, junto con otros 639 evacuados, entre los que se encontraban con mucha probabilidad su mujer e hija, y llegó el viernes 22 a Pauillac-Trompeloup, puerto cercano a Burdeos[12]. Al día siguiente, recibió del cónsul jefe del Ejército del Norte la orden de normalizar el tránsito por Francia de los evacuados, de manera que “todos los jefes y oficiales de fuerzas evacuadas de Asturias, sea cual fuese el cuerpo de ejército a que con anterioridad pertenecieran” debían acatar y cumplimentar sus órdenes en cuanto se refiriese al tránsito de esas tropas por territorio francés. El mando se extendía también a las fuerzas navales dependientes del cónsul mencionado[13]. Terminada  esta misión, inició el regreso a España, cruzando la frontera por Port Bou y poniéndose a las órdenes de las autoridades republicanas en Valencia, donde se encontraba cuando terminó el año 1937.
En Valencia precisamente redactó su conocido escrito “Información sobre el Norte”, que muy probablemente le había encargado el presidente de la República, fechado el 21 de noviembre de 1937[14]. Se trata de un informe demoledor acerca de la desastrosa organización y situación, tanto política y social como militar, de las regiones del norte, que provocaron finalmente su caída ante el ejército franquista.
En la primera semana de agosto de 1938, Buzón se incorporó al Cuarto Militar del presidente de la República, puesto en el que permaneció hasta el final de la guerra. Perdida la decisiva Batalla del Ebro por el bando republicano en noviembre de 1938 y tomada Barcelona por el ejército de Franco el 26 de enero de 1939, pese a la insistencia de seguir resistiendo del presidente del  Gobierno, Juan Negrín, el único camino que quedaba ya era el del destierro.  Ese es el que tomó el presidente de la República, Manuel Azaña, junto con un grupo de una veintena de fieles, que cruzaron la frontera con Francia la noche del  5 de febrero de 1939, un día frío y lluvioso, en automóvil y a pie. En ese grupo de fieles se encontraba, con toda probabilidad, Francisco Buzón: no podía ser de otra manera debido a su pertenencia al Cuarto Militar del presidente, en opinión del historiador Ángel Bahamonde, catedrático de Historia Contemporánea.
Una vez en Francia, no hay constancia de los primeros pasos de Buzón; no se sabe si continuó con el grupo de Azaña hasta Collonges-sous-Saléve, en la Alta Saboya, muy cerca de Suiza, o si se dirigió directamente a la zona de Burdeos, donde se encontraban su mujer y su hija. Lo que sí es más que probable es que residiera en Arcachon junto con su familia cuando Azaña y su familia se asentaron en el pueblo cercano de Pyla-sur-Mer, en noviembre de 1939, hasta que se vieron obligados a marcharse en junio de 1940, en que el área de Burdeos quedó bajo la ocupación alemana.
Su esposa y su hija volvieron a España en febrero de 1941 separándose sus caminos para siempre por razones que no trascendieron.
El hijo de Francisco y Gloria, José, se encontraba refugiado en México y trabajando como marino en el Caribe. En una carta de este a Santos Martínez, que se hallaba también en México, se sitúa a Francisco en Burdeos, junto con su amigo el coronel Carlos Romero, en agosto de 1941, intentando ya viajar a México[15]. Es probable que Buzón, como tantos otros exiliados españoles, colaborara con la resistencia francesa durante la ocupación nazi, aunque no hay constancia documental de ello. Está acreditado que estuvo recluido en el campo de concentración de Gurs, quizá ese mismo año de 1940, junto con otros republicanos españoles –como el propio Carlos Romero-  y miembros de las brigadas internacionales[16].
En 1942, estuvo a punto de poder embarcar para México desde Marsella. El presidente de dicho país en 1939, Lázaro Cárdenas, había abierto las puertas al exilio republicano, acogiendo, entre 1939 y 1942, a unos 20.000-25.000 españoles. Pero el embarque se truncó para Buzón, que fue detenido: “…parece ser que había una orden de extradición franquista en su contra, negándole las autoridades del puerto su salida”, refiere Carmen Romero[17].
Francisco Buzón permaneció casi nueve años en Francia portando las infortunadas etiquetas  de “refugiado político” y “rojo indeseable”[18], como otros miles de españoles en su misma situación en Francia. Según parece, sobrevivió como contable[19].
En agosto de 1947, recibe una carta de Santos Martínez en la que le comunica que le ha sido concedido el permiso para entrar en México. La carta de contestación de Buzón[20] deja traslucir el difícil estado de ánimo en el que se encontraba tras tantos años de exilio. En ella puede leerse: “Huelga decirle que, cansado ya de aventuras, vería el cielo abierto si de algún modo, decoroso, se pudiera volver a nuestra tierra y aislarse de tanto sinvergüenza como nos rodea…” En otro párrafo, expresa que “me preocupa de un modo extraordinario el cómo podré desenvolver mi vida en esa, mis aptitudes no son muchas; en cambio, los años comienzan a pesarme bastante y la soledad, más aún”. “Puedo ser aún un hombre de lucha en España”, continúa, “y, no obstante, morirme de hambre fuera de ella”. Su última ciudad de residencia en Francia fue Marsella, según consta en su ficha migratoria. Paralelamente, en 1945 había sido condenado en España por el Tribunal de Responsabilidades Políticas franquista a diez años de inhabilitación absoluta y 2.500 pesetas de multa[21].
Finalmente, Francisco logra salir de Francia, ya con 57 años, y el 17 de enero de 1948 aterriza en Ciudad de México en avión procedente del país europeo. Como su persona de contacto en México figuraba Nicolau d’Olwer[22], político republicano, catedrático  y escritor, que, a la sazón, ostentaba el cargo de embajador de la República Española en México.
Francisco Buzón, quien se nacionalizó mexicano, residió hasta su muerte en ese país y allí rehízo su vida. Se casó, el 6 de octubre de 1949, con la mexicana Josefina Santillana Pujol[23]. Se benefició de ayudas de la Junta de Auxilio de los Republicanos Españoles (JARE), entidad creada en 1939 por las instituciones republicanas en el exilio para auxiliar a los refugiados españoles[24].  Trabajó en la gerencia de varios cines, como el Morelia y el Polanco, pertenecientes a la empresa Teatros Nacionales, la mayor de su sector, con salas en todo el país[25]. En Teatros Nacionales, que dirigía entonces Santos Martínez, trabajaban otros exiliados españoles.
Según el relato oral familiar, fue contactado desde España, en los años 50, por su yerno, Luis Felipe de Benito Llopis, persona muy integrada en el régimen, quien le ofreció una vuelta a la patria sin problemas, propuesta que Francisco declinó[26].
Francisco Buzón Llanes falleció a los 72 años de cáncer de pulmón, en la madrugada del 2 de julio de 1962, en el Sanatorio Español de Ciudad de México[27]. Sus restos reposan en el Panteón Español de dicha capital.

NOTAS:

[1] “La Voz”, 2 de mayo de 1923.

[2] www.geni.com.

[3] En el archivo de la familia De Benito Buzón se conserva una carta, sin fechar, de Gloria Buzón Bertrand a, presumiblemente, la viuda de su primo Juan Antonio Buzón Ruiz, fallecido en 1979, en la que expresa su deseo de que la situación familiar no alcance a los más jóvenes. “Hace muchos años que les puse claro a mis hijos que en caso de un encuentro con los tuyos olvidaran todo y pusieran su mejor voluntad”, escribió. (N. de la A.)

[4] Hoja de Servicios de Francisco Buzón Llanes. Archivo General Militar de Segovia.

[5] Testimonio de Isabelo Herreros Martín-Maestro, presidente de la Asociación Manuel Azaña.

[6] “Memorias del secretario de Azaña”, Santos Martínez Saura, edición y prólogo de Isabelo Herreros Martín-Maestro, Editorial Planeta, 1999.

[7] Ibid.

[8] Testimonio de Ángel Bahamonde, historiador y catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Carlos III de Madrid.

[9] Expediente de Francisco Buzón Llanes. Archivo de la Dirección General de la Guardia Civil, Madrid.

[10] Ibid.

[11] Ibid.

[12] Laruelo Roa, Marcelino, óp. cit.

[13] Expediente de Francisco Buzón Llanes. Archivo de la Dirección General de la Guardia Civil, Madrid.

[14] “Información sobre el Norte”, de Francisco Buzón LLanes, solo puede consultarse completo en “Memorias del secretario de Azaña”, Santos Martínez Saura, edición y prólogo de Isabelo Herreros Martín-Maestro, Editorial Planeta, 1999. (N. de la A.).

[15] Carta de José Buzón Bertrand a Santos Martínez, fechada en Acapulco, México, el 19 de agosto de 1941. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[16] https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Romero_Gim%C3%A9nez, http://www.campgurs.com/.

[17] Carmen Romero de Rayo era hija del coronel republicano Carlos Romero Giménez, exiliado también en Francia tras la Guerra Civil y compañero de cautiverio de Francisco Buzón en el campo de concentración de Gurs. Ambos coincidirían además años más tarde en el exilio mexicano. (N. de la A.). http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/nuevas-raices-testimonios-de-mujeres-espanolas-en-el-exilio--0/html/ff70dc16-82b1-11df-acc7-002185ce6064_5.html

[18] Los entrecomillados son expresiones del propio Francisco Buzón Llanes en una carta dirigida a Santos Martínez, que se encontraba ya en México. (N. de la A.) Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[19]  Contable es la profesión que consta en la ficha migratoria de Francisco Buzón Llanes en el Registro Nacional de Extranjeros en México. (N. de la A.).

[20] Carta de Francisco Buzón Llanes a Santos Martínez, fechada en Marsella el 10 de septiembre de 1947, ya mencionada. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[21] Expediente de Francisco Buzón Llanes, Comisión Liquidadora de Responsabilidades Políticas, Centro Documental de la Memoria Histórica, Archivo General de la Guerra Civil Española, Salamanca.

[22] PARES, Portal de Archivos Españoles, y ficha migratoria de Francisco Buzón Llanes en el Archivo Nacional de Extranjeros en México.

[23] Acta de matrimonio de Francisco Buzón Llanes y Josefina Santillana Pujol. En dicha acta, Buzón aparece como divorciado, trámite que se supone realizó en Francia o en México, ya que en España no existía entonces el divorcio. La edad con la que consta Santillana es la de 34 años, aunque, en realidad, tenía 44, puesto que había nacido en 1915, según su partida de nacimiento. (N. de la A.). Archivo de la autora.

[24] Archivo JARE (Junta de Ayuda a los Republicanos Españoles), Archivo General de la Administración (AGA). Alcalá de Henares, Madrid.

[25] Testimonios de Isabelo Herreros Martín-Maestro y de Carlos Rayo Romero; ficha migratoria de Francisco Buzón Llanes.

[26] Testimonio de Luis de Benito Buzón.

[27] Certificado de defunción de Francisco Buzón Llanes. Archivo de la autora.

Reproducción autorizada por la autora.