BUZÓN BERTRAND, José

(En: Algunas historias de los Bertrand de Asturias. Y una de los Mira Bertrand en Filipinas. Madrid: edición de la autora, 2021.  ISBN 978-84-09-34897-8).

Por Blanca Bertrand Mira

[Gijón, 13 de junio de 1915 – mar Caribe, 12-13 de noviembre de 1943]

Criado y educado en Madrid, aunque nacido en Gijón, la ciudad natal también de su madre, José era el hijo mayor de Gloria Bertrand Fernández-Castrillón y del oficial de la Guardia Civil Francisco Buzón Llanes. Su hermana, Gloria, era seis años menor que él.
Aunque, según el relato oral familiar, Pepe, como se le llamaba familiarmente, siempre quiso ser marino, le daría tiempo a estudiar al menos algún curso de la carrera de Derecho para complacer a sus padres[1].  José era esperantista y aficionado activo a ese naciente medio de comunicación que era la radio. Formó parte de la junta directiva de la Asociación Esperantista Española al menos durante los años 1933 y 1934 como bibliotecario, cargo del que dimitió en mayo de este último año por motivos profesionales[2]. Además de en ese conato de idioma universal que fue el esperanto, se manejaba en inglés, francés e italiano[3]. Ingresó en la Unión de Radioyentes en 1934[4] y se ofrecía como experto técnico para la instalación, reparación y ajuste de aparatos de radio[5].
No se sabe dónde se hallaba José, de 21 años, cuando estalló la Guerra Civil. Sí se conoce que en diciembre de 1936 fue reclutado por el batallón Capitán Casero, el número 52 del Ejército republicano de Euskadi, acuartelado en la escuela Múgica de Bilbao e integrado por unos 520 milicianos[6]. Teniendo en cuenta que este batallón se nutrió de reclutas de las Juventudes de Izquierda Republicana (JIR) de la zona de Bilbao[7], es posible que José perteneciera a dichas juventudes y residiera en ese momento en la ciudad vasca, ya que, además, en la información disponible se le domicilia en la céntrica calle bilbaina de Colón de Larreategui. Aparece como teniente de enlaces dentro de la lista de oficiales de ese batallón en enero de 1937[8]. Luchó en la Batalla de Bilbao y tras la caída de esta plaza, el 19 de junio del mismo año, el batallón Capìtán Casero terminó evacuando a primera hora de ese día por el puente de Castrejana y replegándose hacia Santander. El batallón fue trasladado a Asturias y luego regresó a Santander de nuevo. Contaba entonces ya solo con 345 hombres.
El 26 de agosto de 1937, las tropas franquistas  entraron en la capital cántabra, se produjo la rendición republicana y los integrantes del batallón fueron hechos presos en la plaza de toros de la ciudad[9], que sirvió como campo de concentración de prisioneros republicanos desde ese mes de agosto hasta el de octubre. José Buzón Bertrand figura como uno de los recluídos en dicho coso[10].
La siguiente referencia documentada que se tiene sobre él es que “se ausentó en el mes de octubre de 1937” de Gijón[11], lo cual quiere decir que finalmente podría haber acabado en esta ciudad con su familia y haber huido de ella probablemente en la desbandada general tras la caída definitiva del Frente del Norte el 21 de octubre de 1937. No ha podido establecerse si embarcó con sus padres el 20 de octubre en el “María Santiuste”, o si lo hizo antes o después o de qué manera salió de España.
La siguiente información que se tiene de José es la que proporciona su ficha migratoria y la correspondiente en el Archivo PARES[12]: el 29 de enero de 1941 entró como asilado político en México por Manzanillo, ciudad portuaria del Pacífico en el estado de Codima, procedente de Japón, de donde había salido en octubre de 1940[13].  El lapso de tres meses entre la salida de Japón y la entrada en México parecen indicar que viajó en barco, seguramente como tripulación de alguno, ya que la de marino fue la profesión de la que vivió José en los escasos años que le quedaron de vida tras el fin de la guerra española.
Se conservan un buen número de cartas de José tanto a su hermana y a su madre, ya de vuelta en Madrid, como a Santos Martínez, secretario de Manuel Azaña, cercanos los dos en edad y amigos. También hay referencias de que mantenía correspondencia con su padre y de sus continuas gestiones para facilitar su traslado a México, algo que, desgraciadamente, no se produjo en vida de José.
Nada se sabe de sus peripecias en 1939 y 1940. Está certificado que trabajó a bordo del mítico yate “Vita”, que transportó a México cuantiosos tesoros sacados de España destinados a socorrer a los republicanos exiliados, y que dejó el yate en el verano del 41 más o menos.  El mismo José se lo cuenta a Santos Martínez en una carta, así como que se ha incorporado a otra compañía[14] domiciliada en Panamá, después de rechazar un puesto de segundo oficial en un barco llamado “Koryntiakos”. Antes de todo eso, parece que también estuvo en Asia, en Shanghai, ciudad a la que se refiere como su paraíso particular en una carta a su hermana Gloria[15] y Japón.
En septiembre de 1941, aproximadamente, fue contratado por la compañía sueca Elliot Shipping and Land Company, Inc. , que operaba en Panamá. Trabajó, como segundo oficial, en tres  barcos de dicha compañía, que se sepa: el “Pereira”, el “Colombia” y el “Barranquilla”, con los que se movía básicamente entre las ciudades de Cristóbal, en Panamá, y Cartagena de Indias, en Colombia. Se manejaba como marino sin ningún tipo de titulación para ello y, finalmente,  no encontró otra manera de obtener el título de piloto de la marina panameña que mediante una mordida[16].  Sin embargo, sabiendo que tales acreditaciones profesionales eran  poco más o menos que papel mojado, tenía la intención de presentarse ante un tribunal norteamericano para lograr el título de primer piloto de altura[17]. En octubre 1941 la compañía le ofreció el puesto de primer oficial en el “Barranquilla”, pero lo rechazó aduciendo falta de experiencia, lo que le granjeó definitivamente la confianza de la casa y el capitán[18] .
Aunque se nacionalizó mexicano, todo parece indicar que vivió más en Panamá que en el propio México, también a lo largo del año 1942. El país del canal le gustaba más porque no existía en él la palabra “refugiado”[19], esa pesada etiqueta que perseguía y persigue a millones de seres humanos a los que circunstancias adversas obligan a abandonar su país, como fue el caso de los españoles perdedores de la Guerra Civil. En Panamá, frecuentaba a otros exiliados españoles, entre ellos un antiguo amigo de su padre, Jesús Vázquez Gayoso, abogado que había sido catedrático de la Universidad de Madrid y comandante de carabineros; Antonio Moles Caubet, también del ámbito académico y profesor de Derecho Internacional, y Demófilo de Buen Lozano, prestigioso jurista y catedrático de la España republicana, así como miembro del Tribunal Supremo. Todos ellos eran profesores entonces en la Universidad de Panamá. En su correspondencia con el secretario de Azaña, José cita, además, con frecuencia a dos compañeros de tripulación del “Vita” y amigos, Juan y Jesús, que, como él, terminaron abandonando la legendaria embarcación y se asentaron en Panamá.
Se desconoce si finalmente José logró el título norteamericano de primer piloto, aunque es probable que sí, porque en octubre de 1943, pocas semanas antes de morir, ocupaba el puesto de primer oficial[20] en el  buque “Pompoon”, vapor mercante de registro panameño, pero propiedad de la Administración de Barcos de Guerra estadounidense. Era operado por  la norteamericana United Fruit SS Co., con sede en Nueva York[21].  Es decir, el “Pompoon” pertenecía a la flota de la marina mercante estadounidense y se encontraba al servicio de las necesidades de la II Guerra Mundial. Es probable que funcionara como un barco de avituallamiento de las tropas norteamericanas en el Pacífico, ya que la madre de José, Gloria Bertrand, lo que trasladó a sus familiares es que su hijo había muerto cuando su barco se hundió en la campaña de Bougainville[22]. Esta acción había sido iniciada por los Aliados el 1 de noviembre de 1943 para recuperar esa isla del pacífico, ocupada por los japoneses un año antes. Cuando se hundió, el “Pompoon” portaba carga general  y otra carga en cubierta de tubos de acero de diez pulgadas y varillas de refuerzo[23].
A la 1:03 horas de la madrugada del 13 de noviembre de 1943, el “Pompoon”, que navegaba sin escolta y estaba bajo el mando de Edward Condell, fue torpedeado por el submarino alemán U-516 unas 75 millas al norte de Cartagena de Indias. El torpedo impactó en el lado de babor partiendo el barco en dos. Este comenzó a hundirse por el centro.  Los 23 tripulantes y cuatro guardias armados a bordo no tuvieron tiempo de lanzar al agua los botes salvavidas. Algunos de ellos pudieron ponerse a salvo en una balsa que había quedado flotando a la deriva,  pero uno murió el día siguiente.  Los supervivientes, un camarero y varios guardias armados, fueron recogidos el 3 de diciembre por un barco panameño y trasladados a Cristóbal, donde fueron hospitalizados en estado grave[24].
Los 22 tripulantes restantes quedaron enterrados en el mar Caribe para siempre. Entre ellos, el primer oficial de puente José Buzón Bertrand, de 28 años.  En su última carta conocida a Santos Martínez, en México, José le confiaba: “Empiezo a tener deseos de ir por ahí a ver a los amigos y descansar una temporada de tanto ajetreo, pero ese es un deseo algo difícil de realizar, aunque quizá en mayo próximo, que tendré un mes de vacaciones, se me presente la ocasión”[25]. No pudo ser.
El 9 de febrero de 1944, la Junta Marítima de Emergencia de Guerra estadounidense expidió un certificado de presunta defunción de José B. Bertrand, con rango de primer oficial, al que considera fallecido el 12 de noviembre de 1943, tras desaparecer en el mar como consecuencia de una acción enemiga[26].
El presidente de la Comisión Marítima de los Estados Unidos, William Ward Smith, dirigió en junio de 1947 una carta a Gloria Bertrand en la que le comunicaba que “por delegación del Congreso de los Estados Unidos, tengo el honor del enviarle, como madre de José B. Bertrand, la Medalla del Marino, recompensa al máximo servicio que se pueda rendir a la causa de un país”. “Nada de lo que yo pueda hacer o decir”, continúa la carta, “servirá para compensar la pérdida del ser querido. Él ha muerto, pero desapareció con honor y en compañía de patriotas”[27].
A principios de diciembre de ese mismo año, en la sede de la embajada norteamericana en Madrid, Gloria recibió en un sencillo y sentido acto la condecoración, en nombre de su hijo, de manos de Paul T. Culbertson, el entonces máximo representante de Estados Unidos en España.

NOTAS:

[1] Testimonio de Ángeles de Benito Buzón.

[2] Así lo recoge la revista oficial de la asociación de esperantistas, la Hispania Esperanto Gazeto. (N. de la  A.).

[3] Ficha migratoria de José Buzón Bertrand. Registro Nacional de Extranjeros en México.

[4] Así lo refiere la revista Ondas. (N. de la A.).

[5] Tarjeta de visita profesional de José Buzón Bertrand. Archivo de la familia De Benito Buzón.

[6] Errepublika.org

[7] Ibid.

[8] Ibid.

[9] Ibid.

[10] Ibid.

[11] Boletín Oficial del Estado, 5 de agosto de 1949. Tramitación del expediente de fallecimiento de José Buzón Bertrand.

[12] Fichas de José Buzón Bertrand, Registro Nacional de Extranjeros en México y en el Portal de Archivos Españoles PARES.

[13] La tarjeta de identificación de José Buzón Bertrand fue expedida el 26 de octubre de 1940 por el Consulado General de México en Yokohama (Japón). (N. de la A.).

[14] Carta de José Buzón Bertrand a Santos Martínez, datada el 28 de noviembre de 1941. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[15] Carta de José Buzón Bertrand a su hermana Gloria, fechada en Panamá en 18 de noviembre de 1942. Archivo de la familia De Benito Buzón.

[16] La palabra “mordida” es la utilizada en muchos países latinoamericanos para referirse a “soborno”. (N. de la A.). José Buzón Bertrand le refiere a Santos Martínez en una carta fechada en Panamá en enero de 1942: “He obtenido al fin el título de Piloto de la Marina panañema, con mordida, como es lógico, y estoy como un chiquillo con zapatos nuevos”. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[17] Carta de José Buzón Bertrand a Gloria Bertrand y Gloria Buzón, fechada en la ciudad de Panamá el 11 de octubre de 1941. Archivo de la familia De Benito Buzón.

[18] Ibid.

[19] Carta de José Buzón Bertrand a Santos Martínez, 28 de noviembre de 1941. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[20] Carta de José Buzón Bertrand a Santos Martínez, 5 de octubre de 1943. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[21] Documentación conservada en el archivo de la familia De Benito Buzón.

[22] Testimonio de Encarnación Mira Bertrand.

[23] https://uboat.net/allies/merchants/ship/3126.html

[24] ibid.

[25] Carta de José Buzón Bertrand a Santos Martínez, 5 de octubre de 1943. Archivo de la Asociación Manuel Azaña.

[26] Certificado de Presunta Defunción de José Buzón Bertrand y carta a Gloria Bertrand Fernández-Castrillón de United Fruit Company. Archivo de la familia De Benito Buzón.

[27] Carta de William Ward Smith a Gloria Bertrand Fernández-Castrillón, fechada en Washington el 23 de junio de 1947. Archivo de la familia De Benito Buzón.

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