TAPIA, Luis de

(En Política, Nº 51. Enero-febrero, 2003). Por José Esteban

[Madrid, 1871-Valencia 1937]

Luis de Tapia, uno de los periodistas más populares que ha dado la prensa española, nació en Madrid. Cursó allí la carrera de Derecho y casi todas las asignaturas de la de ingeniero, pero atraído por su afición a las letras, comenzó a cola­borar en el Evangelio, donde pronto se hicieron muy populares sus salmos, poesías breves, en las que se satirizaba la actualidad. Colaboró después en el Gato Negro, Nuevo Mundo, El Imparcial, Madrid Cómico, etc. En 1907, fundó el semanario satírico Ale­gría. Don Jubo Cejador le consideró, ya entonces, el mejor satíri­co de su tiempo.

Galdós que prologó su libro Bombones y Caramelos (Madrid 1911), decía:"Ocho años ha, si mal no recuerdo, el soberano cro­nista Mariano de Cavia trazó el perfil crítico de un poeta de inspi­ración risueña, de estilo picante y frescachón.... Era Luis de Tapia, un joven que por aquellos días nos dio recopilados los Sal­mos, que publicara en El Evangelio, composiciones breves, epi­gramáticas...." Dionisio Pérez, maestro de periodistas, le conside­raba como el más caracterizado representante del puro y neto ingenio español."(...) quedará en nuestra literatura, dice, como el documento más completo del casticismo español".

Pocos escritores, en efecto, fueron tan populares como Luis de Tapia, cuya firma aparecía en los principales periódicos españoles y en algunos de América. Su gran capacidad de trabajo le permi­tía mantener diversas colaboraciones en verso y prosa. Aparte de los ya mencionados, publicó Coplas (Madrid 1914), Coplas del año (1915, y siguientes), Así vivimos y En casa y en la calle, pro­sas; Un mes en París, crónicas de la guerra publicadas primero en El Imparcial, que le había enviado a Francia como corresponsal, en 1918. Aparte de esto, tradujo a Goldoni y estrenó en el Eslava de Madrid, su comedia para niños, Matemos al lobo.

Republicano convencido, no se afilió a ninguno de los partidos existentes, manifestando individualmente sus profundas ideas de izquierdas.

En 1923, fue elegido secretario primero del Ateneo de Madrid, coincidiendo con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera. En la llamada "docta casa", desde su cargo en la junta Directiva, mantuvo con valentía y entereza la libertad de expresión y de cátedra, lo que le llevó a la cárcel Modelo.

Elegido diputado por Madrid, en 1931, como republicano inde­pendiente, realizó en las Cortes numerosas y activas intervencio­nes en la discusión del proyecto de Constitución, y a favor de la aprobación del Estatuto para Cataluña. El Gobierno provisional de la República le ofreció el cargo de embajador en Cuba, pero lo rechazó para no interrumpir su labor de periodista y parlamenta­rio en defensa y colaboración del nuevo régimen. Tampoco acep­tó ningún otro cargo conservando su independencia y amor al pueblo, que le consideraba uno de sus poetas.

Para Pérez de Ayala, Luis de Tapia, "burla burlando, venía des­de hace años poniendo en verso la historia política de España y la historia social, porque en su dilatada obra las costumbres contem­poráneas están cristalizadas en breves y brillantes granos de sal ática, la sal que preserva de la corrupción".

Porque Luis de Tapia consagró su ingenio a las cosas y a los hombres de su tiempo, persiguiendo la ridiculez allí donde la pre­sunción o la incapacidad la ponían constantemente de relieve.

Y destaca especialmente la publicada por Luis de Tapia en el periódico "La Libertad", de Madrid, el día 15 de Abril de 1931, en su famosa sección "COPLAS DEL DIA": "

¡SE FUE!

¡Se fue!... ¡Por la carretera marcha un rey

a la frontera!... ¡Un día de primavera brida

el aire aromas mil!... ¡Se fue, entre finos

olores de los almendros en flores!...

¡Que gran castigo, lectores!...

¡Dejar España en Abril!...

Distinguido como "poeta del pueblo", Antonio Zozaya que pro­logó una antología de sus coplas, dijo que "su sátira venga aun­que sea por un instante, a la razón, como quería Boileau, de los atentados de la necedad" Y ningún vicio social, decimos nosotros, ninguna aberración, ninguna infracción de los principios éticos, quedó sin la ingeniosa respuesta de su pluma.

Defensor de la República, siguió publicando sus famosas Coplas del día, llamando a la resistencia contra el fascismo, can­tando el heroísmo de los defensores de Madrid o condenando el vil asesinato de García Lorca.

En plena guerra, la editorial de El Socorro Rojo, publicó una antología de sus últimas coplas. Vuelve a llamarle "poeta del pueblo", poique el lenguaje vivo de su copla alcanza una pre­ciosa vinculación entre la imagen y el hondo sentimiento del pueblo. Y termina el editor, Isaac Pacheco: "Cuando España vuelva a su normalidad civil, interrumpida por el fascismo en su criminal sublevación, el pueblo demostrará a Luis de Tapia la gratitud que le merece el poeta, por su valiosa ayuda en defensa de las libertades populares".

Evacuado a Valencia durante la guerra civil, no pudo resistirla y desintegrado moral y físicamente, falleció en 1937.

Sirvan estas breves líneas, como recordatorio a su ingenio, a su rectitud y a su apasionada defensa de las libertades españolas.