Juan Carlos I de Borbón

Juan Carlos I, del Azor al Bribón. Primera parte.

Juan Carlos I de Borbón

En 1947, Francisco Franco proclamo a España como un reino a través de la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado. La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado. Fue la quinta ley fundamental aprobada de las ocho Leyes Fundamentales que organizaban los poderes del Estado durante el franquismo.

Establecía la constitución de España nuevamente en reino, un reino sin rey, y la sucesión de Francisco Franco como el jefe de Estado español, al disponer que el sucesor sería propuesto por el propio Franco a título de rey o de regente del reino, pero que tendría que ser aprobado por las Cortes españolas.

Aprobada en un referéndum por el 93 % de los votantes. El referéndum se desarrolló, sin embargo, en un contexto desprovisto de garantías, en el cual fue acallada cualquier voz disidente frente a la campaña propagandística del sí, y se coaccionó a los votantes mediante la exigencia de certificados de voto a los trabajadores en sus trabajos.

Esta ley estableció que España sería un reino y que Franco, como Jefe del Estado con carácter vitalicio, estaría facultado para nombrar a su sucesor como rey o como regente. así pues, en 1947, España se convirtió en un reino sin rey, esperando la designación futura de uno, obviamente, no podía ser una, por parte de Franco.

Esta designación se hizo esperar hasta 1969, el designado fue a Juan Carlos de Borbón. como sucesor a título de rey, nombramiento ratificado por las Cortes franquistas el 22 de julio de 1969, ante las que Juan Carlos prestó juramento de guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional, es decir, el ideario franquista. El acto fue así:

El presidente de las Cortes preguntó al príncipe:

“En nombre de Dios y sobre los Santos Evangelios, ¿juráis lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás leyes Fundamentales del Reino?”

El príncipe respondió:

“Sí, juro lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino”.

¿Porqué Juan Carlos de Borbón? En 1948, en el yate de recreo de Franco, el Azor, frente a las costas de San Sebastián, Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII y heredero de la corona borbónica y su hermano Jaime, acuerdan con el dictador que Juan Carlos que el hijo mayor de Juan se formaría a la vera de Franco en España. El hijo quedaba a modo de rehén en España para que el padre y heredero Alfonso XIII, no tuviera más contactos con las fuerzas políticas democráticas en el exilio, ni con las potencia ganadoras de la II Guerra Mundial para acabar con el Régimen fascista en España y, sobre todo, para acabar con las veleidades del propio Juan de restablecer la monarquía a través de conspiraciones como la que meses antes había sido truncada por los servicios secretos de Régimen y que le costó un largo periodo de cárcel, multas y exilio a varios aristócratas y militares de alta graduación monárquicos que habían apoyado a Franco durante el golpe de estado y la guerra contra la República.

Si Juan de Borbón quería que España volviera a tener un rey y que este fuera él o en el peor de los casos, alguno de sus dos hijos, tendría que dejar de rehén en el Pardo a su hijo mayor mientras el pequeño seguiría con él en Estoril.

El problema de una sucesión en la figura de su hijo pequeño, Alfonso, se soluciono en 1953, Juan Carlos, cadete en la Academia Militar de Zaragoza, le pego un tiro con la pistola de su padre, un accidente que nunca se investigo. Por suerte, Juan Carlos, canalizó años después, este drama familiar y su afición a las armas de fuego matando animales exóticos en cacerías y safaris.

Tras su nombramiento el 22 de julio de 1969, Juan de Borbón se dio cuenta que nunca sería rey en vida (fue entronizado con el nombre de Juan II tras su fallecimiento por una Ley Transitoria adjunta a un Procedimiento para qué pudiera descansar en el panteón de Reyes de El Escorial reservado a los reyes que reinaron), pero que por lo menos la sucesión quedaría en la rama de su casa borbónica y no en manos de la rama de su hermano Jaime, los Anjou.

Alfonso Jaime Borbón y Dampierre a la postre, duque de Anjou e hijo de Jaime de Borbón el hijo desheredado por Alfonso XIII por sus problemas hemofílicos y de sordera. Alfonso era hijo del hermano mayor de Juan, Jaime de Borbón, el mismo con el que se subió al Azor en 1948, y se iba a casar, meses después del nombramiento de Juan Carlos como heredero del Dictador, con la nietisima de Franco.

Años después, la nieta de Franco se divorciaría de Jaime. Uno de los hijos de la pareja y bisnieto de Franco moriría en un accidente de tráfico, y el propio Jaime perdió literalmente la cabeza en un accidente de esquí. Su hijo menor, Luis Alfonso, es el actual pretendiente al trono de Francia, una restauración que se nos antoja complicada por mucho que tenga de su lado los millones de su esposa y de su suegro.

En julio de 1974, Franco sufre una peritonitis y Juan Carlos asume una extraña regencia durante 43 días. Su primer acto como jefe de estado del franquismo fue la firma de la ratificación del acuerdo Hispano-Americano, un acuerdo bilateral negociado con Henry Kissinger enmarcado en el conjunto de tratados por lo que se introdujeron las bases americanas en territorio españolen y que dejo la vía abierta para la con construcción de la base americana de Rota. Y en agosto aprueba las retribuciones complementarias del personal dependiente al Benemérito Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria. Este cuerpo dotaba de una pensión a los mutilados del bando nacional, excluyendo a los mutilados del bando republicano, además de concederles preferencia en puestos de la administración o de asiento en los transportes públicos, entre otras ayudas.

En este momento EEUU mandó como embajador a España a Wells Stabler, con la misión prioritaria de controlar la sucesión tras la muerte de Franco y ser el contacto directo con Juan Carlos. Poco después de su llegada, desde la Casa Blanca decidieron montar una arriesgada operación: la entrega del Sahara Occidental, provincia española hasta ese momento, a Marruecos.

En 1974, el gobierno franquista había dado el primer paso para deshacerse del Sahara. Propusieron lo más lógico descolonizar el país y celebrar un referéndum de autodeterminación. La idea no gustó a Hassan II, que ansiaba ampliar su Estado anexionándose el Sahara Occidental y quedarse con la gran riqueza en fosfatos, petróleo y gas. A Estados Unidos tampoco le gustó la idea porque si el Sahara se independizaba Argelia ganara influencia y eso abriera la puerta a la presencia soviética muy cerca del Estrecho. Además, Marruecos, era y es un gran aliado de los americanos.

Durante los primeros meses de 1975 el Ejército comenzó a ejecutar la Operación Golondrina. Iban, poco a poco trayendo de regreso a las tropas y desmantelaron sus instalaciones militares y civiles mientras, el príncipe y Jefe de Estado interino, filtraba el embajador Stabler, los planes del gobierno de Franco con respecto al Sahara y este los propios americanos sobre las actuaciones que se estaban desarrollando en el Sahara y Marruecos.

Hassan II con el beneplácito estadounidense lanza una marcha pacífica de cientos de miles de marroquíes sobre el Sahara, la Marcha Verde.

El 21 de agosto de 1975, Kissinger autorizaba el inicio de la operación que debía concluir con la entrega del Sahara Occidental a Marruecos.

El 30 de octubre, ante lo irreversibilidad del estado de salud de Franco, el príncipe asumió la jefatura de Estado en funciones, que ya no abandonaría.

Hassan y su hermano el Jefe de Estado en funciones, Juan Carlos, firman un acuerdo de paz por el que España les entregaba el Sahara Occidental a Marruecos.

El 20 de noviembre de 1975, Carlos Arias Navarro, anuncia por televisión y radio que Franco ha muerto.

El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos fue proclamado Jefe de Estado con el Título de Rey Juan Carlos I por las Cortes Franquistas y juro sobre la Biblia acatar los Principios del Movimiento Nacional, destinados a perpetuar el franquismo y su ideario.

A lo que aconteció a partir de ese momento hasta su abdicación tras los escándalos y la corrupción de su reinado, es otra historia.

Joaquín Iborra Ortega

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